El Ordovícico es el periodo geológico donde se produjo la mayor radiación de seres vivos registrada en la historia del planeta. Los fósiles del túnel corresponden a animales primitivos, la mayor parte de ellos extinguidos hace entre 75 y 200 millones de años, como por ejemplo los trilobites (parecidos a cangrejos), diploporitos (equinodermos), graptolitos (colonias flotantes), etc. Otros grupos abundantes por aquel entonces llegan a nuestros días como faunas residuales que conservan caracteres muy primitivos, por lo que se les ha denominado “fósiles vivientes”. Es el caso de los braquiópodos (animales filtradores de concha córnea o calcítica), crinoideos (lirios de mar), etc.
Esta exposición cuenta los métodos y el día a día de las excavaciones geológicas y paleontológicas realizadas con motivo de la realización del Túnel del Fabar que atravesó las rocas ordovícicas de la Sierra del Sueve-Fito en el término de Ribadesella (Asturias).
El 25 de noviembre de 2002 entró en servicio el tramo Caravia-Llovio (Ribadesella, Asturias) de la Autovía del Cantábrico A-8.
El Túnel Ordovícico del Fabar, llamado así por la importancia de los descubrimientos científicos, atravesó las rocas ordovícicas de la Sierra del Sueve-Fito.
Las investigaciones geológico-paleontológicas, dirigidas por el científico del CSIC Juan Carlos Gutiérrez-Marco (director del Instituto de Geología Económica, centro mixto entre el CSIC y la Universidad Complutense de Madrid), se centraron en una sección de más de 650 m de espesor formada por rocas ordovícicas, de antigüedad comprendida entre los 457 y 490 millones de años.
La exploración se desarrolló capa a capa a través de un cuarto de millón de toneladas de antiguos sedimentos marinos. La excavación subterránea duró seis meses y no interfirió el ritmo frenético de las obras (cada día se perforaba el equivalente a más de 200.000 años de tiempo geológico).
Los fósiles encontrados pertenecen a dos centenares de especies distintas muy bien conservadas, de las cuales 14 son nuevas para la Ciencia y otras muchas se citan por vez primera en España y el suroeste de Europa. Los principales grupos representados son los trilobites, graptolitos, moluscos, braquiópodos y equinodermos de la época, asociados a seres enigmáticos (macaeridios, hyolithes, conuláridos), así como a un amplio cortejo de plancton oceánico y a señales fosilizadas del comportamiento animal sobre el fondo marino.
Otras novedades importantes son el hallazgo del petróleo más antiguo de Europa centro-meridional (similar al norteafricano pero sin posibilidades comerciales), así como capas de roca muy especiales, de interés tanto económico como científico (caolín, fosfatos, hierro sedimentario).
Entre ellas destaca la que testimonia los efectos de un "tsunami" gigantesco que mató y concentró los restos de miles de millones de conchas marinas; y otra que identifica a la erupción volcánica más grande de todos los tiempos registrada en suelo español. En ella se proyectaron a la atmósfera al menos 32 kilómetros cúbicos de cenizas, más de 30 veces el volumen emitido en 1980 por el volcán Saint Helens, cuya nube de ceniza cruzó en tres días los EEUU de costa a costa.
Los resultados geológicos precisan y cambian ideas previas sobre el desarrollo de la invasión marina iniciada hace 480 millones de años sobre el sector cantábrico del desaparecido continente de Gondwana, en cuyo borde se situaban por aquel entonces los territorios ibéricos.
Museo de El Carmen
(antiguas escuelas de El Carmen, Ribadesella)
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