Igualdad, Diversidad e Inclusión en el IGME

El Protocolo quedará activado por la SGARH en cuanto se tenga conocimiento de una información en la que se muestran indicios de acoso sexual o por razón de sexo, ya proceda de la persona afectada o de oficio de las Direcciones o responsables de unidad.

La comunicación o información deberá contener un relato de los hechos acaecidos, e identificar tanto a la persona que realiza la denuncia, que podrá no coincidir con la víctima, como a la persona denunciada.

La comunicación sobre la situación de acoso sexual o por razón de sexo podrá hacerse llegar a la SGARH por diferentes personas y de diferentes vías con el fin de facilitar la activación del Protocolo.

• Mediante comunicación verbal y/o escrita por parte de la víctima, a título personal o de forma colectiva cuando haya varias víctimas en un mismo caso.
• Mediante una comunicación escrita por parte de la Dirección, la Gerencia, del Comité de Igualdad del respectivo centro o de la CDI, que tendrán la obligación de interponer la denuncia cuando conozcan de una situación de posible acoso.
• Independientemente de la forma verbal o escrita en que haya producido la primera comunicación que inicia el Protocolo, la interposición de la denuncia se realizará cumplimentando y firmando el modelo que se recoge en el Anexo I, adjuntando las pruebas que considere oportunas y su remisión a la SGARH a través de la cuenta de correo protocolo.acosos@csic.es.

Activado el Protocolo, la SGARH lo comunicará a la COMSE, para su conocimiento y seguimiento, y a la Dirección o unidad responsable correspondiente.

Recibida la comunicación de la SGARH sobre activación del Protocolo, la Dirección de los Centros y personas responsables de unidad establecerán las medidas organizativas necesarias a nivel individual y general con respecto de la víctima y la persona denunciada, conforme el Anexo VII. Estas medidas se mantendrán a lo largo del todo proceso, inclusive durante la tramitación del proceso penal, caso de existir, aun estando suspendida la vía administrativa.

Tan pronto como tengan conocimiento de los hechos, la SGARH o la Dirección de los centros informarán a la víctima de los derechos que le asisten y de los recursos que la institución pone a su disposición. En cualquier momento del proceso, la víctima podrá solicitar de la COMSE la orientación o asesoramiento que precise, sin perjuicio de la que, en su caso, pueda recibir del apoyo confidencial del centro.

Si la víctima da su conformidad, la SGARH, a propuesta de la Dirección del ICU, le comunicará los datos de la persona que ejerza las funciones de Apoyo Confidencial.

Una vez activado el Protocolo, la SGARH elevará la comunicación y/o denuncia anonimizada, las medidas organizativas y de apoyo adoptadas, así como la información que conste en el expediente a la CFAS.

La SGARH convocará a la CFAS a una reunión que tendrá que realizarse en un plazo máximo de 5 días hábiles, para que la CFAS emita un acta de valoración, determinando el archivo del expediente o bien la existencia de un posible caso de acoso sexual o por razón de género. Cuando la CFAS constate que los hechos denunciados tengan identidad con los supuestos de hechos recogidos en alguno de los delitos contra la libertad sexual del Código Penal, la SEGE remitirá el expediente al Ministerio Fiscal.

De las conclusiones del acta de valoración de la CFAS, la SGARH dará traslado a la víctima, o en su caso a la persona denunciante, a la denunciada y a la dirección del centro o persona responsable de unidad a la que pertenecen las personas afectadas.

Es necesario proceder con la discreción, prudencia y respeto para proteger la intimidad, la dignidad de las personas y la igualdad de trato entre hombres y mujeres implicados. Las personas implicadas podrán ser asistidas por algún representante unitario o sindical u otro acompañante de su elección, en todo momento a lo largo del procedimiento, si así lo requieren.

Toda la información a que hace referencia este Protocolo, se manejará de modo que se proteja el derecho a la confidencialidad de la información tratada, por lo que se solicitará la firma de una declaración responsable a las partes interesadas, testigos y Comisión Frente al Acoso Sexual (CFAS) para dar cumplimiento a este principio. Las personas que intervengan en el procedimiento tienen obligación de guardar una estricta confidencialidad y reserva. No deben transmitir ni divulgar información sobre el contenido de las denuncias presentadas, resueltas o en proceso de investigación de las que tengan conocimiento. Por ello, desde el momento en que se formule la denuncia, la persona o personas responsables de su iniciación y tramitación asignarán unos códigos numéricos identificativos, tanto de la víctima, como a la persona supuestamente acosadora.