P. N. de la Caldera de Taburiente

188 En la madrugada del día 20 de octubre, cinco días después de que se percibieran algunos temblores esporádicos, se produjo el primer movimiento sísmico de cierta intensidad, siendo especialmente percibido en los pueblos del valle de Aridane y en Fuencaliente. Los temblores hicieron vibrar los cristales de las ventanas y las puertas de las casas. Las personas mayores, que habían vivido la erupción del volcán San Juan en 1949, proclamaron con seguridad que iba a ver una erupción volcánica. La población se alarmó porque comenzaron a aparecer grietas en algunas edificaciones. e volucIón espacIal de la erupcIón El equipo de científicos que hizo el seguimiento de la erupción, realizó una cartografía geológica secuencial de las zonas ocupadas por las coladas. En rojo vivo se ha señalado las partes nuevas de terreno que cubrieron las coladas, respecto a los días anteriores. El comienzo de la erupción (26 de octubre). El primer cráter surgió al pie mismo del volcán de San Antonio, el que en el año 1676 destruyó la Fuente Santa. El lugar era un llano de malpaís que constituye la planicie del apilamiento de lavas del paleoacantilado. Es terreno de cultivo de poco interés y los habitantes de Fuencaliente se alegraron de que fuera abierto hacia el sur, alcanzó una altura de cerca de 100 m. Se calcula que el volcán arrojó a la superficie unos 40 millones de metros cúbicos de magma. Las lavas ocuparon una superficie de 2.135.000 metros cuadrados, de los cuales unos 290.000 fueron ganados al mar. c ronoloGía de los acontecIMIentos Los síntomas precursores. Desde mediados del mes de octubre, la población comenzó a escuchar ruidos profundos en la mitad sur de la isla. Los primeros síntomas de que en las profundidades de Fuencaliente estaba ocurriendo algo extraño fueron detectados por la estación hidrofónica que la Universidad de Columbia tenía en Puerto Naos, para la vigilancia de submarinos soviéticos. Los ruidos que registraban no correspondían con los de los submarinos ni otros aparatos conocidos. Conforme los precursores se hacían más intensos concluyeron que una masa magmática estaba ascendiendo a la superficie y había riesgo de erupción volcánica, como así ocurrió. El 22 de octubre, la estación hidrofónica americana de Puerto Naos, registró unos mil movimientos sísmicos, a un ritmo de cuatro por minuto, produciéndose daños en algunas viviendas, desplome de paredes y riscos. La población de Fuencaliente salió a la calle atemorizada. El domingo 24, la situación se calmó, hasta el punto de que parecía que lo peor había pasado. Pero no fue así. La crisis sísmica continuó de forma intermitente hasta que la erupción, precedida de fuertes ruidos y temblores, se manifestó en toda su amplitud el martes 26 de octubre a las 15:06 de la tarde. Los americanos avisan de la erupción Columnas de cenizas al comienzo de la erupción del Teneguía, vistas desde la población de Fuencaliente.

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