Saimaluu Tash, la mayor galería de arte rupestre al aire libre que la ciencia quiere descifrar y proteger

  • El CN IGME-CSIC impulsa un estudio internacional pionero para proteger los grabados rupestres del valle de Saimaluu Tash (Kirguistán) antes de que el cambio climático los borre

  • Miles de piedras cubiertas de grabados rupestres cuentan la historia de antiguas comunidades nómadas

En lo alto de las montañas de Asia Central, a más de 3.000 metros de altitud, se extiende uno de los paisajes arqueológicos más espectaculares y desconocidos del planeta: Saimaluu Tash, en Kirguistán. Miles de piedras cubiertas de grabados rupestres cuentan la historia de antiguas comunidades nómadas que dejaron en la roca su forma de vida, su memoria y su relación con el entorno.

El Centro Nacional Instituto Geológico y Minero de España (CN IGME-CSIC) lidera un proyecto científico internacional para estudiar y conservar este enclave único, en colaboración con el Instituto de Historia y Patrimonio Cultural de la Academia Nacional de Ciencias de Kirguistán.

Un archivo natural de piedra

Tash —que significa “piedra decorada” en kirguís— es uno de los conjuntos de arte rupestre más extensos y mejor conservados del mundo. Sus piedras, acumuladas por antiguos glaciares, están cubiertas por una pátina oscura que, al ser raspada, revela un color pardo más claro. Esa particularidad permitió a las comunidades del pasado grabar escenas de caza, mapas, animales, danzas y símbolos que abarcan desde la Edad del Bronce hasta el periodo túrquico.

La expedición del CN IGME-CSIC que trabaja a 3.000 metros para preservar el arte milenario de los nómadas kirguises

Este valle glaciar se encuentra en la cordillera de Ferganá, dentro del distrito de Toguz-Torouskii, en la región de Jalal-Abad. Su aislamiento, las nevadas prolongadas y su altitud han favorecido su conservación hasta ahora.

Ciencia para proteger el patrimonio nómada

El proyecto está dirigido por el geólogo David Martín Freire-Lista (CN IGME-CSIC), miembro de la subcomisión Heritage Stone de la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS). Su investigación busca comprender el origen, composición y estado de las piedras donde se grabaron las imágenes, así como los procesos naturales que las han preservado durante milenios.

Una misión científica española busca salvar uno de los mayores tesoros rupestres del planeta en las montañas de Kirguistán

El trabajo reúne a especialistas de distintas disciplinas:

  • Geomorfología: La investigadora Julia García-Oteiza Ciria (Universidad Complutense de Madrid) estudia el valle glaciar y las morrenas para reconstruir la evolución del paisaje y relacionarla con los periodos en los que se realizaron los grabados.

  • Biología y bioquímica: El científico Sergio Pérez Ortega (Real Jardín Botánico-CSIC) analiza los líquenes y la pátina oscura que cubre las rocas, clave para entender cómo se han conservado los grabados y por qué destacan visualmente.

  • Patrimonio histórico y cultural: La arqueóloga Aidai Sulaimanova (Academia Nacional de Ciencias de la República Kirguisa) garantiza la conexión con el contexto cultural local y coordina el trabajo con las instituciones kirguisas.

Un reto para el futuro: del aislamiento a la amenaza

Aunque Saimaluu Tash está hoy inscrito en la Lista Indicativa del Patrimonio Mundial de la UNESCO, su conservación enfrenta nuevos riesgos: el deshielo acelerado de los glaciares, el turismo creciente y los efectos del cambio climático.

“Este proyecto aporta bases científicas para que Kirguistán y la comunidad internacional puedan proteger mejor un patrimonio que pertenece a toda la humanidad”, señala Freire-Lista.

Además del valor artístico, los petroglifos funcionan como un mapa visual de la vida nómada: muestran rutas de migración, escenas de caza y símbolos rituales. Muchos representan cabras montesas, jinetes o animales salvajes, y ofrecen pistas sobre la transición del ser humano desde la caza hasta la agricultura y la ganadería.

“No solo queremos conocer la historia geológica de las piedras, sino entender el contexto natural y humano que permitió que estos grabados se hayan conservado casi intactos durante miles de años”, explica el investigador del CN IGME-CSIC.

Hacia la candidatura a Patrimonio Mundial

El objetivo final del estudio es sentar bases científicas para la futura inscripción de Saimaluu Tash en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. La investigación busca definir criterios de conservación que integren ciencia, patrimonio y medio ambiente, y que permitan proteger este paisaje ilustrado antes de que los cambios actuales lo pongan en riesgo.

Más información.

Para ampliar la información pueden contactar con dm.freire@igme.es, investigador del CN IGMECSIC.

 

Del 

27 de noviembre de 2025
al 27 de noviembre de 2025

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