ICEFLAME detecta emisiones activas de metano en el margen continental de la Península Antártica
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Se han detectado emisiones activas de metano en zonas ya conocidas y en nuevas áreas asociadas a fallas y al levantamiento del continente tras el retroceso glaciar
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Estas fugas pueden afectar a la estabilidad del fondo marino, incrementando riesgos como deslizamientos.
Investigadores del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) y del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC) lideran el proyecto ICEFLAME, una investigación internacional que estudia cómo el retroceso acelerado de los glaciares en la Península Antártica está afectando a los sistemas de hidratos de gas —depósitos de metano atrapados en forma de hielo en los sedimentos marinos— y qué implicaciones tiene su desestabilización para el clima global y los ecosistemas polares.
El trabajo está dirigido por Roger Urgeles (ICM-CSIC) y Ricardo León (IGME-CSIC) junto a un consorcio de instituciones europeas, y surge para responder a una cuestión crítica: ¿están los hidratos de gas antárticos experimentando el mismo proceso de inestabilidad observado en el Ártico, donde liberan grandes cantidades de metano hacia la hidrosfera y la atmósfera?
Comprender un proceso clave para el clima global
El proyecto ICEFLAME, liderado por el ICM-CSIC y el IGME-CSIC, ha identificado fugas activas de metano en el margen norte de la Península Antártica, vinculadas al retroceso del casquete glaciar y a cambios geológicos recientes. El estudio analiza si estos depósitos —hidratos de gas atrapados en los sedimentos marinos— se están desestabilizando de forma similar a lo observado en el Ártico, con implicaciones para el clima global.
Durante las campañas oceanográficas a bordo del buque Sarmiento de Gamboa, el equipo ha combinado datos geofísicos, batimetría, muestras de sedimentos y análisis de laboratorio para localizar las zonas emisoras y comprender los procesos que controlan el flujo de metano desde el subsuelo hacia el océano.
El metano liberado podría llegar a la atmósfera, intensificando procesos de calentamiento global
Los resultados confirman que los hidratos de metano se están descomponiendo, liberando gas en fallas conocidas y en nuevas áreas asociadas al levantamiento del continente tras la retirada del hielo. Estas emisiones pueden afectar a la estabilidad del fondo marino y podrían llegar a la atmósfera, contribuyendo al calentamiento global.
El proyecto, en colaboración con instituciones de España, Reino Unido, Bélgica e Italia, proporciona datos esenciales para mejorar los modelos climáticos, evaluar riesgos geológicos y comprender el papel de los océanos polares en el ciclo global del carbono. ICEFLAME cuenta con financiación de la Agencia Española de Investigación (AEI).
Más información.
Para ampliar la información pueden contactar con Ricardo León, en el correo electrónico r.leon@igme.es
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