Introducción

El IGME lleva trabajando en el campo de las aguas minerales y termales desde hace décadas y hoy en día lo hace a través del Servicio de Aguas Minerales y Termales, dentro del Departamento de Investigación en Recursos Geológicos.

Aguas termales en Galicia

El objetivo fundamental de este servicio es contribuir al conocimiento y protección de las aguas minerales a través de la investigación. Esta labor incluye el asesoramiento a las administraciones, la difusión de los conocimientos sobre las aguas minerales y termales a la sociedad en general, la promoción y desarrollo del sector económico que aprovecha estas aguas. Desde la creación del IGME en el Siglo XIX se han realizado numerosos los proyectos, informes, publicaciones en relación a las aguas minerales y termales. Este organismo además forma parte del proceso administrativo que regula la explotación de estas aguas.

Como consecuencia de lo anterior existe una completa base de datos que aglutina toda la información codificada en diferentes tablas; así como gran cantidad de documentos custodiados en el archivo y que actualmente se encuentra digitalizado y sistematizado, utilizando para la óptima gestión de toda esta

El Instituto Geológico y Minero de España (IGME), a través del Servicio de Aguas Minerales y Termales, perteneciente al Departamento de Investigación en Recursos Geológicos, constituye un lugar de referencia en materia de aguas minerales y termales. Desde su creación en el siglo XIX hasta la actualidad, han sido numerosos los proyectos, informes y publicaciones realizados en relación a estas aguas. citas bibliográficas y otras cuestiones relativas a las Ciencias de la Tierra.

Fuente de agua mineral

El objetivo fundamental de este servicio es contribuir al conocimiento y protección de las aguas minerales y termales, el asesoramiento a las administraciones públicas, la difusión de los conocimientos sobre las aguas minerales y termales a la sociedad en general y la promoción y desarrollo del sector económico que aprovecha estas aguas.

Así mismo, y según consta en el Reglamento General para el Régimen de la Minería (R.D 2857/1978 de 25 de agosto), el Instituto Geológico y Minero de España, participa activamente en los procesos administrativos que regulan la explotación y comercialización de aguas minerales naturales y aguas de manantial envasadas para consumo humano así como en el resto de aguas minerales y termales.

Toda esta labor ha dado lugar a una gran cantidad de información y documentos, que se encuentran almacenados en los archivos creados para tal fin en las dependencias del IGME. Gran parte de esta información se digitaliza de modo continuo y es gestionada mediante una herramienta multifuncional denominada Sistema Informático de Aguas Minerales (SIAM).

No existe una definición exacta y globalmente aceptada de lo que son las aguas minerales, de hecho en la legislación española no hay una definición general de las mismas, pero sí que se definen los distintos tipos de aguas minerales.

Burgas de Ourense

A pesar de esto hay una característica general de las aguas minerales que las diferencian de la mayoría de las demás aguas subterráneas: el elevado tiempo de residencia en el acuífero. Las aguas minerales, desde que precipitan y se infiltran en la superficie del terreno hasta que son extraídas o surgen del acuífero, generalmente pasan un largo tiempo en el acuífero que las alberga, que puede oscilar desde décadas hasta miles de años. Esta característica a su vez es la responsable de la elevada mineralización que con frecuencia presentan estas aguas, ya que un elevado tiempo de residencia permite un mayor tiempo de disolución de la roca madre y por lo tanto una mayor mineralización. Incluso aguas minerales relativamente recientes suelen ser ricas en oligoelementos que a menudo no son fáciles de incorporar a través de la dieta.

Cada una de las aguas minerales tiene un origen geológico distinto, que las otorga características físico-químicas y microbiológicas propias. En España la gran diversidad geológica se traduce en una alta variedad de aguas minerales, que en función de sus propiedades son destinadas a distintos fines: Las aguas minerales de bebida envasada son un excelente complemento para la dieta, las aguas minerales de uso tópico se emplean en balnearios con fines medicinales y por último determinadas aguas minerales con concentraciones elevadas de sustancias químicas tienen un uso industrial.

Las aguas minerales se encuentran clasificadas en la “Ley 22/1973, de 21 de julio, de Minas” en dos categorías: aguas minero-medicinales y aguas minero-industriales (artículo 23).

Fuente Rubia - León

  • Minero-medicinales, las alumbradas natural o artificialmente que por sus características y cualidades sean declaradas de utilidad pública.
  • Minero-industriales, las que permitan el aprovechamiento racional de las sustancias que contengan.

En la misma ley se establece que las aguas termales son “aquellas cuya temperatura de surgencia sea superior en 4 ºC a la media anual del lugar donde alumbran”. De acuerdo al artículo 30 “Las aguas termales que sean destinadas a usos terapéuticos o industriales se considerarán como aguas minerales a todos los efectos de esta sección primera del Capítulo II” (sección que lleva por título “Aguas Minerales y Termales”).

El Real Decreto 2857/1978, de 25 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento General para el Régimen de la Minería profundiza en la definición de las aguas minerales en su artículo 38.1: A efectos de lo dispuesto en el presente Reglamento, las aguas minerales se clasifican en:

  • a) Minero-medicinales: las alumbradas natural o artificialmente que por sus características y cualidades sean declaradas de utilidad pública. En función del uso o destino, éstas se clasifican en aguas minero-medicinales con fines terapéuticos, aguas minerales naturales y aguas de manantial.
  • b) Minero-industriales: las que permiten el aprovechamiento racional de las sustancias que contengan.”

Respecto a las aguas termales este real decreto profundiza en su definición en su artículo 38.2: “Son aguas termales aquellas cuya temperatura de surgencia sea superior, al menos, en cuatro grados centígrados a la media anual del lugar donde alumbren, siempre que, caso de destinarse a usos industriales, la producción calorífica máxima sea inferior a quinientas termias por hora”.

A partir de las dos leyes citadas se puede elaborar una clasificación general de las aguas minerales y termales en España de acuerdo a la legislación vigente:

Las aguas minero-medicinales con fines terapéuticos y las aguas termales son empleadas en balnearios. No tienen ninguna limitación de máximos o mínimos para ser declaradas como tales, si bien suelen presentar una alta concentración de minerales disueltos que las otorgan sus propiedades medicinales.

Las aguas minerales naturales y de manantial son aguas de bebida envasada, es decir, se envasan tal cual son extraídas del acuífero que las alberga sin apenas modificación y son puestas a la venta. Cabe destacar que, a diferencia de lo que sucede en otros países, en España casi todo el consumo de agua de bebida envasada es de aguas minerales, y dentro de estas de aguas minerales naturales. Las aguas minerales “de manantial” y otras aguas envasadas no minerales son minoritarias respecto al agua “mineral natural”.

Las aguas de bebida envasada, además de las citadas leyes se rigen por el “Real Decreto 1798/2010, de 30 de diciembre, por el que se regula la explotación y comercialización de aguas minerales naturales y aguas de manantial envasadas para consumo humano”, que en su artículo 2 las define como:

Aguas minerales naturales: aquellas microbiológicamente sanas que tengan su origen en un estrato o yacimiento subterráneo y que broten de un manantial o puedan ser captadas artificialmente mediante sondeo, pozo, zanja o galería, o bien, la combinación de cualquiera de ellos.

Éstas pueden distinguirse claramente de las restantes aguas de bebida ordinarias: 1.º por su naturaleza, caracterizada por su contenido en minerales, oligoelementos y otros componentes y, en ocasiones, por determinados efectos, 2.º por su constancia química y 3.º por su pureza original, características estas que se han mantenido intactas, dado el origen subterráneo del agua que la ha protegido de forma natural de todo riesgo de contaminación”.

Aguas de manantial: son las de origen subterráneo que emergen espontáneamente en la superficie de la tierra o se captan mediante labores practicadas al efecto, con las características naturales de pureza que permiten su consumo; características que se conservan intactas, dado el origen subterráneo del agua, mediante la protección natural del acuífero contra cualquier riesgo de contaminación”.

De estas definiciones se deduce que ambos tipos de agua mineral envasada se diferencian sobre todo en que las aguas minerales naturales deben mantener su composición constante en el tiempo mientras que las aguas minerales de manantial no requieren tal constancia química.

Respecto a las características físico-químicas y microbiológicas, las aguas minerales de bebida envasada deben cumplir con unos requisitos muy estrictos que establece el real decreto de 2010, con el fin de garantizar su seguridad y calidad.

En este real decreto también se establece diversas tipologías de aguas minerales envasadas en función de su composición, con el objetivo de incluir en las etiquetas de las botellas la información relevante sobre su idoneidad de cara al consumidor: contenido en flúor, mineralización débil, etc.

La atribución de bondades terapéuticas a determinadas aguas que brotaban del subsuelo es un fenómeno que comienza en la Prehistoria, periodo en el que se atribuye un origen divino o sobrenatural a estas aguas. Ejemplo de ello son los monumentos megalíticos, como dólmenes y petroglifos, que hoy en día se conservan en lugares próximos a determinados manantiales termales.

Balneario de Mondariz

 

En la Edad Antigua se produce una época de esplendor bajo la dominación romana, origen de gran cantidad de balnearios, muchos de los cuales se encuentran activos. Un ejemplo de manantiales termales de esta época son “Las Burgas de Ourense”: conjunto de 3 fuentes públicas cuyas aguas de más de 60º C hizo que en la época cristiana se las relacionara con el infierno. Antes de la dominación romana el entorno era considerado lugar sagrado y el origen de sus aguas se asociaba a “Revve Anabaraego”, deidad acuática prerromana.

Al comienzo de la Edad Media el uso de estas aguas experimenta cierto retroceso aunque su utilidad se mantiene en algunas órdenes religioso-militares como la de los Caballeros de Santiago y la de San Juan, que las utilizaron para la cura de sus heridas. En el territorio de dominación árabe, al sur de España, se edifican nuevos balnearios.

En la Edad Moderna renace el uso de estas aguas y el interés de su estudio desde el punto de vista científico. En las Islas Canarias (Isla de La Palma) merece ser citada La Fuente Santa, descubierta y utilizada por sus primeros pobladores. La conquista de La Palma por parte de la Corona de Castilla permitió que su fama se extendiera, por lo que ya en el Siglo XVII es visitada por enfermos que procedían de distintos lugares de Europa y América. Sus aguas incluso se exportaban al nuevo mundo en barriles para el alivio de enfermedades como la lepra, la gota y la sífilis. En 1677 una colada del volcán San Antonio sepultó la fuente bajo ríos de lava y durante más de trescientos años se intentó localizar el manantial, sin éxito hasta comienzos del Siglo XXI, cuando se ha localizado mediante la excavación de una galería.

Durante la Edad Contemporánea estas aguas vuelven a gozar de cierta popularidad y resurgen los balnearios, exceptuando el paréntesis en su actividad que supuso la guerra civil española y la posguerra. Desde finales del Siglo XX se han remodelado algunos de los existentes y se han abierto al público nuevos establecimientos, que hoy en día combinan su carácter medicinal con una oferta de ocio enfocada al turismo. En las últimas décadas del Siglo XX cabe destacar la aparición en el mercado de las aguas de bebida envasada, que en España son mayoritariamente aguas minerales: agua mineral natural y en menor medida agua de manantial. Anteriormente ya existían las aguas minerales envasadas pero su uso era minoritario ya que se trataba de aguas minero-medicinales, restringidas a un uso terapéutico.

A lo largo del presente recorrido histórico se ha pretendido mostrar una pincelada de la relación entre las aguas minerales y la sociedad desde el comienzo de la civilización hasta nuestros días. En pocos lugares esta relación está tan presente en la vida de sus habitantes como en la Villa Termal de Lanjarón (Granada), cuyos ciudadanos se encuentran entre los más longevos de todo el planeta y cuentan que sus aguas son “el agua de la vida, de la salud y de la eterna juventud”, similares a aquellas que buscara de forma infructuosa allá por 1513 el explorador y conquistador español en Florida, Don Ponce de León.

Así pues, tal como diría Hipócrates: “El médico cura, solo la naturaleza sana”.

La Comisión Europea publica en su página WEB un listado con las aguas minerales naturales reconocidas en los estados miembros de la Unión Europea, incluyendo España. El listado actual fue actualizado en abril de 2025.

Listado de aguas minerales naturales oficialmente por la Unión Europea

Legislación

La normativa vigente sobre aguas minerales a nivel estatal puede sintetizarse en tres bloques:

– Legislación de minas

– Normativa sobre uso balneario

– Normativa sobre aguas de bebida envasada

Proceso Administrativo

La regulación de las aguas minerales y termales en la legislación española puede sintetizarse, en cuanto a aprovechamiento y protección de este recurso natural, en dos puntos principales:

– En primer lugar, es preciso un reconocimiento oficial –o declaración– de la condición  mineral del agua a aprovechar.

– En segundo lugar, es necesario obtener una licencia administrativa –autorización o concesión– para el aprovechamiento; que incluye la delimitación de un perímetro de protección a la captación, en cuanto a la cantidad y calidad del recurso.

Boletines Oficiales

Tanto en el boletín oficial del estado como en boletines autonómicos y provinciales se publica continuamente información relativa a las aguas minerales y termales: solicitud de declaración, de autorización de aprovechamiento, resoluciones finales de ambos procedimientos administrativos, cambios de denominación, etc. Gran parte de estos boletines han sido recopilados por el Instituto Geológico y Minero de España, los cuales pueden ser buscados por palabras claves como la provincia, el término municipal o el nombre de la captación de agua.

Datos Estadísticos

En el marco de sucesivos convenios de colaboración con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el Instituto Geológico y Minero de España actualiza anualmente la estadística de las aguas minerales de bebida envasada y de los balnearios de España con los datos socio-económicos más representativos de ambos sectores: el volumen de agua envasada y el número de agüistas que visitan los balnearios, así como con los datos relativos al empleo directo generado.

Inventario de Aguas minerales y termales de España

En España existen alrededor de mil captaciones de aguas declaradas como minerales, aunque no todas se encuentran activas. La mayor parte de estas captaciones son explotadas en plantas de envasado y balnearios. El navegador de información geocientífica del Instituto Geológico y Minero de España permite visualizar información relativa a estas captaciones, balnearios y aguas minerales de bebida envasada.

Catastro Minero

La aplicación de catastro minero, permite la consulta temática y espacial de los Derechos Mineros existentes. Permite además la creación de informes con los DM seleccionados, ver estos en su contexto geográfico y ver los derechos mineros agrupados por Hojas 1:50.000. Esta aplicación se integra dentro del sistema INFOIGME.

Panorama Minero

Contiene la información actualizada del panorama minero nacional y mundial, con datos económicos sobre producción minera, reservas y recursos nacionales y mundiales, comercio exterior, perspectivas y precios de las sustancias minerales. Se puede consultar desde el año 1987 hasta la actualidad

Bibliografía

Publicaciones de aguas minerales y termales del CN IGME-CSIC