En función de las
características litológicas e hidrológicas del territorio peninsular e
insular, los acuíferos se han agrupado en:
a) Acuíferos
detríticos: compuestos por materiales sueltos o semiconsolidados,
tales como gravas, arenas y limos, que tapizan los fondos de valle de los
principales ríos, como el Ebro y Guadalquivir, y los depósitos de similar
naturaleza que se extienden por las grandes mesetas del Duero y Tajo, y
por las zonas litorales tales como los deltas del Llobregat o del Ebro o
las planas de Castellón o Valencia, entre otras. Éstos son aprovechados
para abastecimiento a las poblaciones e industrias y especialmente en la
agricultura de regadío. Ocupan una extensión aproximada de
99 000 km2 .
b) Acuíferos
carbonatados: se trata de materiales calizos más o menos
karstificados. Afloran en el sector |
oriental y
meridional de la península e islas Baleares y ocupan una extensión de
69 000 km2.
c) Por último, en
el sector occidental de la península aparecen materiales catalogados
genéricamente como impermeables o
de muy baja permeabilidad, pero que contienen acuíferos de interés local.
En su gran mayoría se trata de terrenos con rocas ígneas (granitos y rocas
afines) y metamórficas (pizarras y similares). Hay decenas de miles de
manantiales y pozos en esas zonas que abastecen a pequeños núcleos de
población e industrias agropecuarias y de otro tipo; tienen por ello, una
gran importancia.
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