entre las rocas
consolidadas y las fracturadas. Los niveles de escorias, piroclastos y grietas
de retracción juegan un gran papel. Los factores principales que van a
condicionar el flujo del agua subterránea son la composición, edad y sobre todo
el grado de alteración. Estos acuíferos cubren prácticamente todo el territorio
de las Islas Canarias.
en el entorno del pueblo
sevillano de Carmona (Sevilla) o las areniscas cretácicas conocidas como facies
Utrillas. Las rocas sedimentarias consolidadas contienen del orden del 75% de
las aguas subterráneas continentales españolas.
• Rocas ígneas y metamórficas: las rocas ígneas se forman a partir del enfriamiento y
consolidación de un magma. Pueden ser extrusivas (volcánicas) o intrusivas
(plutónicas) según se consoliden en la superficie o en el interior de la corteza
terrestre respectivamente (vg: granitos, gabros, etc.).
Las rocas metamórficas son las que han
experimentado profundas transformaciones físicas y químicas,
dando lugar a cambios
en la propia estructura
de la roca, ajustándose a las nuevas condiciones de presión, temperatura y
posibles aportes químicos (vg: pizarras, esquistos, etc.). Las posibilidades de
formar acuíferos en estas rocas quedan reducidas a la zona alterada superficial
o a las fracturadas por fallas y diaclasas*, que permiten una apreciable
circulación de agua. Este tipo de acuíferos es frecuente en el NO de la
Península Ibérica y en el Sistema Central. Tienen notable importancia para
abastecimiento a pequeños núcleos de población y ámbito rural.
En las rocas
volcánicas, es difícil definir su comportamiento hidrogeológico
ya que pueden constituir o no importantes
acuíferos; su comportamiento está