El ópalo está formado por dos polimorfos de la sílice;
cristobalita y/o tridimita con baja cristalinidad, además de
sílice amorfa, por esta razón, no se puede considerar una
verdadera especie mineral. Tiene una dureza que varía entre 5 ½
y 6 ½ y un brillo normalmente vítreo. El color también es muy
variable: blanco, amarillo, rojo, naranja, verde, etc.
El ejemplar que muestra la fotografía encierra un interesante
significado geológico. La morfología externa que presenta no es
de ópalo sino de calcita, porque los cristales originales de
esta última se sustituyeron por agregados de ópalo. El proceso
se conoce como pseudomorfismo.
El ópalo se utiliza fundamentalmente en joyería debido a que
el efecto óptico en los ejemplares de mejor calidad, puede
proporcionar una diversidad de colores muy llamativa
denominándose entonces “ópalo noble”. |