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E
L AGUA PROTAGONISTA A TRAVÉS DE LOS SIGLOS
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constituyeron una importante actividad social y
económica en la zona durante varios siglos.
Desde1983, por el cauce altodel Guadiana sóloha
transitado el agua procedente de los aportes
superficiales del río Azuer, a consecuencia de las
salidas de agua, especialmente en períodos
húmedos, desdeCampodeMontiel.
Los ríos Gigüela y Záncara discurren sobre cuencas
de media o baja permeabilidad y reciben pocos
aportes subterráneos. Sus caudales dependen
estrechamente de las precipitaciones y los períodos
de estiaje. El primero de ellos lleva aguas con alta
concentracióndecloruros y sulfatos, relacionadacon
los afloramientos geológicos por los que discurre.
La reducidapendiente y el escaso relieveenel tramo
final del ríoGigüela, en su confluencia con el Gua-
diana, favorece la aparición de extensas zonas de
inundación, conocidas localmente como tablazos,
conunas características de flora y faunadetermina-
das por la composición química de las aguas de
ambos ríos, salobres de tipo sulfatadas las del río
Gigüela, y dulces, de naturaleza bicarbonatada, las
del Guadiana.
Por tanto, encondiciones no influenciadas, el aporte
continuode agua a Las Tablas procedíadel ríoGua-
diana, yaque las descargas subterráneas en losOjos
eran continuas y con una calidad prácticamente
constante. Los caudales del Gigüela eran disconti-
nuos, dependientes de las precipitaciones, y daba
lugar a una mezcla de aguas con una calidad que
oscilabaen funciónde los caudales relativos de cada
río, dando al humedal unas peculiaridades ecológi-
cas y una biodiversidad que le diferenciaban del
restode humedales de laCAG.
Aún en régimen natural o poco influenciado, los
caudales de los ríos principales eranmuy variables.
La aportación del Gigüela oscilaba entre 0 y 324
Mm
3
/año y la del Azuer entre 0 y 67 Mm
3
/año.
(Castaño, 2003).
Con respecto al Guadiana, segúndatos demedidas
realizadas entre 1915 y 1932, su aportación era de
61Mm
3
/año (Álvarez-Cobelas et
al.
2001) o de 72
Mm
3
/año según se recoge en García Rodríguez,
1996 y de la Losa et
al.,
2013.
Finalmente, por la zona septentrional de Las Tablas
deDaimiel discurren tres arroyos principales: cachón
de la Leona, cañada del Gato y cañada Lobosa, de
carácter estacional, con caudales ligados a las
precipitaciones que producen la escorrentía de la
sierra de Villarrubia de los Ojos y descargan
directamente en la zona inundada del Parque.
1.6. E
L
G
UADIANA
:
UN RÍO SINGULAR
El ríoGuadiana es uno de los ocho grandes ríos de
laPenínsula Ibérica.Concretamente, por su longitud,
852km, es el cuartoen importancia. Recorre tierras
de Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía,
hasta su desembocadura en Ayamonte (Huelva),
haciendo frontera con Portugal.
Pero si en su cuencamedia y baja no existen singu-
laridades especialmente significativas, sunacimiento
ha sido fuentedemisterioy controversiadesdehace
2.000años. Suorigenhahechocorrer, nuncamejor
dicho, ríos de tinta. Ha sidomencionado en obras
de insignes escritores y científicos, yhapasadoa for-
mar parte del acervo popular en expresiones y
refranes.
Quién no ha oído frases como “apareces y desapa-
reces como el Guadiana” o “desapareció como el
Guadiana”, expresiones que claramente indican, a
través de los siglos, una extraña omisteriosa cuali-
daddeun ríoparaque las aguas que circulanpor él
dejen en una zona determinada de hacerlo y resur-
jande la tierra posteriormente.
Sin duda, si a cualquier habitante del territorio
español se le pregunta por el río Guadiana, lo
primero que le vendrá a la mente es esa
característica, de desaparecer, de que sus aguas
se infiltran en el terreno. Hasta ahí, muchas
personas seguroque harían referencia a otros ríos
con esa singularidad, pero el hecho diferenciador
