Las Tablas y los Ojos del Guadiana: agua, paisaje y gente - page 164

sobre todo, la constatacióndeque, cualquier nueva
obra, cualquier mejora, en definitiva, cualquier
intervención en el cauce del río podía afectar de
manera muy negativa al funcionamiento de los
propiosmolinos que, tal y como el tiempo se había
encargado de demostrar, podían ver sumaquinaria
paradapor dosmotivos radicalmenteopuestos: bien
por exceso de agua en sus presas, bien por falta de
caudal suficiente paramover lasmuelas.
Es loque hace tiempo se definió como un“sistema
integral de aprovechamiento de las aguas” (Santos
y Moreno, 2009), modelado por la acción del
hombre pero enmodo alguno premeditado, y solo
configuradoen sus características finales apartir de
los últimos años del siglo XVI, cuando molineros,
propietarios yhabitantesde lacomarca–también los
tribunales e instancias de poder– se percataron de
queeramejor no retar a lanaturaleza ynoconstruir
más paradas de las que el ríopodía soportar.
En definitiva, un sistema casi perfecto pero de
delicado equilibro, que dependía de que todos los
relacionados con él apostaran por un uso racional
de los recursos, entendido este como aquel que les
debíapermitir aprovecharsedelmediosinperjudicar
ni al propio ecosistema ni a los demás agentes
implicados en su explotación.
4.4. L
OSMOLINOS Y SUS DUEÑOS
Lapropiedadde losmolinosharineros situados enel
entornodeZacatena yde losOjos del Guadiana, los
comprendidos entreEl Arquel y Flor deRibera, sufrió
cambios a lo largo del Antiguo Régimen (Moreno,
2005). Es algo normal si se tiene en cuenta que
estamos hablando de un lapso temporal que se
extiende por espacio de más de tres siglos. Sin
embargo, y una vez hecha esa precisión, también
conviene advertir que la distribución de esa
propiedad se mantuvo relativamente estable a lo
largode los tiemposmodernos. El gráfico4.1 resulta
bastante explícito, ya que permite constatar cómo
unúnicopropietariocontrolóprácticamente lamitad
de las piedras quemolieronenel Guadianadurante
los tiemposmodernos en esta comarca.
Esepropietario fue laOrdendeCalatrava, institución
que en el siglo XVI controlaba la producción que
generaban entre 13 y 14 (en algunos molinos la
propiedad era compartida) de las 28 piedras
molientes y en el XVIII 13 sobre un total de 27.
Conviene advertir, no obstante, que ese control era
compartido por diversas instancias dentro de la
propia Orden ya que fueron tres (Mesa Maestral,
Sacro Convento y Encomienda de Daimiel) las
entidades que ejercieron su dominio sobre los
L
AS
T
ABLAS Y LOS
O
JOS DEL
G
UADIANA
:
AGUA
,
PAISAJE Y GENTE
164
Ordende
Calatrava
Ordende
San Juan
Propiedad
particular
Propiedad
eclesiástica
Propiedad
nobiliaria
SigloXVI
SigloXVIII
16
14
12
10
8
6
4
2
0
Gráfico4.1.- Propiedady
númerode las piedras de los
molinos harineros situados en
el entornode Las Tablas. Siglos
XVI-XVIII. (Fuente:
Relaciones
Topográficas
(1575) y
RespuestasGenerales del
CatastrodeEnsenada (1751),
datos sintetizados enMoreno,
2005).
I...,154,155,156,157,158,159,160,161,162,163 165,166,167,168,169,170,171,172,173,174,...363
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