Guía Geológica Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama

51 SIERRA DE GUADARRAMA La Sierra de Guadarrama o sencillamente el Gua- darrama, como se denominó en muchos textos seminales, ha sido fiel testigo de la Edad de Plata de las investigaciones geológicas en España. Pero no fue un empeño aislado el de desentrañar la naturaleza geológica de este territorio. El descubrimiento de la Sierra de Guadarrama constituyó un acercamiento cultural e intelectual a su paisaje, al que se unieron los intereses de los científicos naturalistas explorando sus cumbres y laderas para conocer la gea, la flora y la fauna de estos desconocidos lugares. La Sierra de Guadarrama ha contemplado también los inicios del excursionismo en nuestro país, que nació como una actividad científica y educativa, antecedente de lo que hoy entendemos como edu- cación ambiental, y que constituyó una extensión natural de los laboratorios universitarios para la enseñanza práctica de las ciencias naturales. Pocas montañas españolas poseen un significa- do tan simbólico como las que conforman esta sierra, y pocos territorios han jugado un papel tan trascendental en el desarrollo de la geología en nuestro país. Hasta mediados del siglo XIX, la Sierra de Guadarrama era todavía un lugar poco reco- mendable para el tránsito de viajeros, a pesar de que los pasos principales que comunica- ban las dos Castillas eran bien conocidos. Por ellos transitaron en el siglo XVIII famosos científicos naturalistas extranjeros, como Alexander von Humboldt o William Bowles, los hermanos Thalacker recopilando minerales para el Real Gabinete de Historia Natural, los viajeros europeos Twiss, Swinburne, Townsend o Gautier, e incluso el famoso químico francés Louis Proust, uno de los fundadores de la química moderna, director del laboratorio de Chimia del Real Colegio de Artillería de Segovia entre 1788 y 1795. La necesidad de contar con un mapa de base científica que cubriera todo el territorio nacio- nal, así como del conocimiento de los recursos naturales del país, llevó al gobierno de Isabel II a crear, entre 1849 y 1859, varias comisiones con cometidos geodésicos, topográficos, cartográficos y naturalistas. La primera de ellas fue la Comisión para formar la carta geológica del terreno de Madrid, y coordinar los datos para la general del Reino . Su decreto fundacional, de julio de 1849, fue firmado al pie de la Sierra de Guadarrama, en el Real Sitio de San Ildefonso. Aunque pronto se conoció como Comisión del Mapa Geológico , sus objetivos fueron los de estudiar la gea, la flora y la fauna, además de la elaboración del mapa geográfico que sirviese de base al resto de los estudios. Los trabajos geológicos que protagonizó esta comisión en la Sierra de Guadarrama, fueron analizados por Casiano de Prado. Ingeniero de minas y geólogo excepcional que ocupa un mere- cido lugar en la historia como una de las figuras más importantes de la geología española del siglo XIX. Como vocal responsable de la sección Geológico-Paleontológica de la comisión, Prado recorrió intensamente las provincias de Madrid y Segovia, con lo que en 1853 ya tenía concluidos sus mapas geológicos a escala 1:400.000. En ellos se pudieron apreciar por vez primera las características geológicas de las vertientes madrileña y segoviana de la sierra. EL ESTUDIO DE LA SIERRA DE GUADARRAMA: UN POCO DE HISTORIA Casiano de Prado, pionero de las investigaciones geológicas en la Sierra de Guadarrama. Los primeros mapas geológicos de las provincias de Madrid y Segovia

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