Parque Nacional de Garajonay e isla de La Gomera

E n el año 1925, el geólogo alemán Curt Gagel (1865-1927) realizó un mapa geológico muy sim- plificado de la isla de La Gomera y recogió el tér- mino local «taparucha», para los diques aislados que generan por erosión diferencial un resalte tabular. Des- de ese momento, el término ha pasado a la literatura geológica canaria. En los terrenos volcánicos, los diques exhumados en el paisaje son el resultado de la erosión diferencial sobre esos conductos que representan el camino ascendente del magma profundo hacia la superficie. No siempre esos conductos de emisión han terminado en erupcio- nes subaéreas, pues han podido quedarse sin llegar a la superficie. En cualquiera de los casos, el magma que se introdujo en esos conductos se enfría bastante rápido dando origen a una roca de grano muy fino y compacta. El resultado es una roca que ofrece gran resistencia a la erosión y, con el paso del tiempo, queda resaltada de los materiales encajantes que van desapareciendo. La estructura resultante, denominada genéricamente como dique, se conoce en La Gomera con el nombre de taparucha. La mayor parte de los materiales volcánicos que forman la cobertera de la isla fueron emitidos por erupciones fi- surales, que formaron una densa malla de diques, unos cortos y otros de una longitud de varios kilómetros, con un espesor variable desde unos centímetros hasta 10 metros, y casi siempre aparecen como verdaderas mu- rallas atravesando barrancos, ya que resisten más a la erosión que las rocas que cortan en sentido vertical. Hay distintos tipos de diques en función del tipo de roca de que se trate. Los diques procedentes de magmas sálicos muy viscosos suelen ser muy anchos y están formados por rocas ácidas o sálicas que se erosionan más fácilmente que las básicas (basaltos). Las taparuchas 160 ITINERARIOS

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