Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido_2Edición

21 como comprobamos cada día con la observa- ción de los fenómenos naturales. Los que nos resultan más familiares son los procesos debidos a los agentes climatológicos que producen erosión y sedimentación. Así cada año comprobamos cómo las lluvias han provo- cado deslizamientos de tierra o un temporal en la costa ha hecho desaparecer una playa, o cómo los ríos desbordados erosionan campos y llenan de arena y lodo carreteras, campos de cultivo y poblaciones, por ejemplo. La acción de todos estos agentes durante la historia de la Tierra habría dado lugar a un completo arrasamiento de las montañas y a la colmata- ción de los océanos si no existiesen procesos LA TIERRA: UN PLANETA EN CONTINUA EVOLUCIÓN La Tierra es un planeta en continua evolución, como comprobamos cada vez que tenemos noticia o sentimos directamente un terremoto o una erupción volcánica. Para comprender los fenómenos geológicos tenemos que cam- biar nuestra mentalidad respecto al tiempo. La escala humana del tiempo es insignifican- te en comparación con la edad de la Tierra, que tiene 4.500 millones de años de antigüe- dad. Con todo este tiempo por delante es difícil imaginar que el paisaje que hoy día contemplamos ha sido siempre el mismo, La erosión es un fenómeno que actúa constantemente sobre la superficie de la Tierra. El cañón de Añisclo representa una gran cicatriz de erosión en el relieve del macizo del Monte Perdido. de las rocas firmemente asentadas bajo el suelo. Además las comparaciones de estos restos con los de los organismos actuales mostraban que muchos de ellos eran directamente comparables a especies aún observables en los mares actuales o presentaban rasgos incidentales que apoyaban su origen orgánico: por ejemplo podía observarse el nácar en algunos restos de conchas, se observaban en oca- siones otros organismos adheridos a ellas o se encontraban formas en fases diversas de sus etapas de crecimiento. Estas pruebas consolidaron la idea de que estos indicios correspondían efectivamente a restos de antiguos organismos vivos, que fueron enterrados en un sedimento hoy convertido en roca y transformados en materia mineral. Gracias a estas pruebas, poco a poco se fue asentando la idea de que las rocas que constituían algunas montañas habían sido anti- guos sedimentos de origen marino o continental depositados en el fondo de antiguos mares o depresiones continentales y luego transformados en roca y levantados hasta su posición actual. LOS PIRINEOS: DE UN MAR A UNA CORDILLERA

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